Por: Alexia Mendoza

Llegué de la escuela y después de sentarme a comer con mi familia y escuchar conversaciones que parecen más quejas y frustraciones por parte de mi papá por cómo le fue en el trabajo, me dirijo por fin a mi cuarto. Se llegó mi hora favorita del día, ver mi canal preferido de videos en YouTube “The Game Masters”, es un canal de videojuegos donde te enseñar atajos, técnicas de juego y mientras lo hacen te diviertes escuchando sus estúpidos comentarios, mientras pongo el video prendo mi laptop, tomo mis audífonos y pongo “Dark Path” evidentemente mi video juego favorito.

Mi meta este día es por fin pasar el primer mundo, todos mis amigos dicen que jamás lo lograré, que ni siquiera “The Game Masters” han podido pasarlo, pero sinceramente creo que ya descubrí como hacerlo. 

Empiezo junto con John (uno de los Game Masters) en una trasmisión en vivo, este nivel me lo sé de memoria, lo he recorrido unas 20 veces, pero al llegar al piso 21 los guardias siempre me están esperando. La última vez estuve a punto de matarlos, hasta que uno llegó por atrás y sin verlo me mató. Esta vez estaré preparado para eso. 

A medida que avanza el juego John y yo vamos justo a la par el nivel cada vez se pone más complicado y aunque ya he recorrido los pisos siempre hay nuevas sorpresas imprevistas. El corazón me empieza a latir más rápido, siento nerviosismo y emoción, cada vez nos acercamos más al piso 21, si logramos pasar ese piso por fin podría llegar al siguiente mundo, hasta ahorita desde que el juego salió nadie ha podido pasar al siguiente mundo (eso explica mi nerviosismo). 

-Espera no no no, ¿¡QUE!?—La voz de John me saca de mis pensamientos. –Eso no es justo, ¿de dónde fregados salió ese guardia? —Los Masters se burlaban de John a quien acababan de matar en el juego. Ahora era turno de otro master de intentar pasar el piso 21. Pero yo seguí subiendo de piso, sin darme cuenta ya había subido al piso 17, quedaba poco. 

-La clave para llegar siempre está en matar a cuantos guardias puedas, así no habrá ninguno que pueda llegarte por detrás-Argumento Marc, quien ahora estaba jugando. –No creo que esa sea la solución, si te enfocas en matar a todos los guardias entonces el tiempo de tu misión se te va terminar y aun así perderás- contra atacó Pedro. 

-La clave está en ser como el agua, sin forma…– dije para mis adentros mientras los Masters seguían discutiendo como pasarían el piso. Piso 20… nada mal, solo uno más, solo uno más. Mis manos empezaron a sudar y cada vez era más difícil sostener el control… Aquí vamos. Me adentro al piso, avanzo me escondo, atacó. Es buena estrategia. 

-Deja de esconderte COBARDE—gritó John a Marc riéndose a carcajadas y yo podría jurar que me lo había dicho a mí. Me reí nervioso… mi escondite era seguro si, pero ya tenía que avanzar. 

-Espera… por eso te matan tarado—Marc está muy concentrado en esconderse, pero no en adaptarse. Pensé para mis adentros. 

– ¡Piso 20! —Celebró Pedro a Marc. La cosa ya se puso interesante, ya estamos en el mismo nivel, veamos quien dura más; pensé. Seguí avanzando hasta que por fin logré ver mi objetivo: La puerta, al abrirla están las escaleras para subir al piso 21. Me escondo y empiezo a ver con los artefactos, municiones y poderes que aún tengo y lo que he conseguido hasta ahora. Es tiempo de cargar pilas y la energía. Aún tengo suficientes balas, tomó aire y salgo de mi escondite, es ahora o nunca. 

– ¡Te van a matar, cuidado! ¡Lo estás haciendo mal! -gritaba Pedro a Marc, quien ya estaba notablemente muy estresado. –Cállate idiota, deja de distraerme- respondió Marc. 

Yo podía sentir como los nervios seguían apoderándose de mí, cada vez estaba más cerca de lograrlo, ya estaba en el piso 21, solo quedaba pasar la puerta que estaba resguardada por lo que según conté 5 guardias, tres con armas de fuego más grandes que ellos mismos y dos con una pistola automática Sig-Sauer P-226 ligeros, pero bien armados… Creo que sí puedo con esto.

-Esto se va a descontrolaaaar—grito Marc disparando eufórico a todo lo que se movía. Mal plan, lo peor que puedes hacer es resaltar o destacar, la atención es lo que menos quieres. 

– ¡CUIDADO! —grito John.

-Nooo, ¡demonios! ¡Estaba tan cerca! – lloriqueo Marc cuando vio que un guardia lo mató. Se los dije… mala jugada.

Ahora estaba solo, había matado ya a 3 de los guardias que estaban en la puerta, dos más y esto termina.

-PUM—grite. –Ya no eres tan interesante, Yeah!- celebre después de matar a otro guardia. Ya solo estamos tu y yo… Sonreí mirando al último guardia, nunca había estado tan lejos…

El guardia empezó a disparar, sí que estaba ansioso de matarme. Empecé a mirar a todos lados, no quería que me sorprendieran por ningún lado y me matarán, estaba escondido, tome un suspiro grande y me lance. Lo vi, me vio, los dos disparamos, solo uno quedó a salvo.

-¿Qué? ¿Gané? ¡LO MATÉ, YA GANEEEE!—empecé a gritar como loco y bailar por todo mi cuarto. 

-¡Leo! ¿a qué se debe tanto escándalo?- gritó mi madre afuera de mi cuarto.-Nada, ¡todo bien mamá!-conteste riéndome y bajándole a mi ruido. 

No puedo creerlo, acabo de lograrlo, el mundo se estaba desactivando y el juego empezó a felicitarme por lograr subir de nivel. 

-Esto lo tienen que saber mis amigos—tome fotos y videos, y empecé a enviárselos a mis amigos, estaba demasiado emocionado. 

-¿Seguro que tu lo pasaste? ¡Nadie lo ha pasadooo! ¿Cómo lo vas andar pasando tu?—me contesto mi amigo Raul de la escuela. –Claro que yo lo pase, ¡lo acabo de lograr! ¿Por qué no me crees?—le contesté pero ya no recibí respuesta.

-¿Queeeee?, ¿Cómo lo lograste? Eso es casi imposibleeee—Me contestó mi otro amigo Jorge. –No se como lo hice, ¡pero lo hice!—Le conteste, pero ya no volví a recibir respuesta. 

Me quede un poco confundido con sus respuestas… ¿Por qué no me creían que lo había logrado?

Al día siguiente, fui a buscarlos a su salón en la escuela, quería ver porque no me habían contestado y que pensaban al respecto. 

-Heeey, ¡Jorge, Raul!- grité. –Hey qué onda-. Contestaron.

-No puedo creer que lo logré, de verdad pude pasar al siguiente mundo, todo paso muy rápido—empecé a hablar mientras todos caminábamos. 

-Si he, esta súper raro que lograste pasar-. Dijo Jorge sin mirarme. 

-¿Por qué raro? Digo fue muy difícil, pero, no raro.

-Es solo que nadie ha podido pasar al siguiente mundo… ¿y de repente tú ya pasaste?, ya mejor dinos la verdad—contestó Raul deteniéndose y mirándome fijamente. 

– ¿Decirles la verdad de qué? –dije sin comprender nada de lo que me decían. 

-No te hagas el tonto Leo, solo dinos, ¿cómo le hiciste para hacer trampa?

-Pero yo no hice trampa, no sé porque no me creen…– empecé a explicarles paso por paso como le hice para ganar, pero ni así pudieron o quisieron creerme, se fueron y me dejaron hablando solo, como si en verdad fuera un tramposo. Llegue a mi casa desganado y triste, ¿Por qué era tan difícil creerme? ¿Cuándo les he mentido? 

– ¿Qué pasa leo? Apenas si haz tocado la comida… ¿no tienes hambre? – pregunto mi mamá con cara de preocupación. –No es nada mamá, solo no tengo hambre, mejor me iré a dormir un rato-. Conteste, me levanté y me fui a mi cuarto, me tumbé en la cama mirando hacia el techo. No podía sacar de mi mente el hecho de que nadie me creía… empecé a pensar en formas de demostrar que no era un mentiroso como mis “amigos” pensaban que era, pero… ¿qué? ¿Qué podía hacer? 

– ¿Por qué no abres tu canal de Youtube y explicas paso por paso como pasar de mundo y ya? -me sacudió la voz de mi hermano menor quien estaba mirándome desde el marco de la puerta.

– ¿Qué? ¿tú qué haces aquí?  – ¿en que momento llego mi hermanito?

-Llegué a preguntarte si tenías mis audífonos, pero no dejabas de decir que nadie te cree que pasaste de nivel, entonces te dije que abrieras el canal de YouTube. 

– ¿Estaba pensando voz alta? – pregunte

-Sí, siempre haces lo mismo, por qué crees que siempre sé que sabor de helado quieres cuando dices “lo que sea”- empezó a reírse.

– ¿Pero crees que sea una buena idea que yo abra un canal de YouTube? No soy guapo, mucho menos chistoso- lo interrumpí.

-Pues tal vez no lo seas, pero así podrás demostrar que aparte de no ser guapo o chistoso tampoco eres mentiroso-. Se encogió de hombros, tomo sus audífonos y se fue. 

El niño tenía un buen punto… me levante de la cama, tome mi computadora, empecé a investigar sobre programas para grabarme, los descargue y sin pensarlo dos veces, me grabe. La única manera de demostrarles a todos que logré pasar el nivel era haciéndolo desde el principio, pero esta vez todo estaría grabado. 

Me puse demasiado nervioso, pero con éxito logré volver a pasar el nivel después de 1 hora jugando, lo logré. Edite el video, le puse un título llamativo para que más gente lo viera y BUM, lo subí. 

Sin decirles nada, le mande el link a Raul y Jorge del video, y espere a que lo vieran. 

Estaba totalmente exhausto, me recosté en mi cama y sin querer me quedé dormido. Cuando por fin desperté ya era de noche, revisé mi celular y tenía cientos de mensajes y notificaciones de Youtube. 

-¿Cómo hiciste eso? No puedo creerlo, ¡de verdad lo pasaste! – decía el mensaje de Jorge. 

-BRO, ¡es verdad! ¡Necesito ver el siguiente mundo ya!- me contesto Raul. 

Pero lo que más me llamo la atención fueron las notificaciones de Youtube en menos de 3 horas ya tenía 20 mil reproducciones y 200 comentarios. ¡No podía creerlo!

Me puse a leer los comentarios, muchos felicitándome por haber logrado ganar, y otros… estaba sorprendido. 

“Tienes voz de becerro”, “parece que estas bizco”, “eres bueno pero estas muy feo, mejor no salgas en el video”. La lista continuaba y continuaba. Me dirigí a verme al espejo, ¿de verdad me veía tan mal?, ¿de verdad soy así?

Decidí no volver a ver los comentarios y mejor dormirme de nuevo. 

Me desperté al día siguiente, normal como cualquier otro día. Cuando llegue a la escuela estaban Raul y Jorge esperándome muy contentos. 

– ¡Dudeee! ¿ya viste que tu video acaba de llegar a las 75 mil reproducciones? ¡Está haciéndose viral! – dijo Raul.

– ¿Qué? ¿¿75 mil??- pregunte eufórico

-Siiii bro, aumentan cada minuto, está siendo un hit- decían súper emocionados, y aunque me emocionaban las vistas no podía dejar de pensar en todos los comentarios, ¿Cuántos pensarán lo mismo? Qué vergüenza que me vean. 

-Creo que mejor lo voy a borrar- dije 

– ¿Qué? ¿Cómo que lo vas a borrar? ¿¿estás loco??- dijo Jorge

-Si… yo no sé… es raro que tantas personas lo vean…

– ¿No sabes qué? ¡Dude! Podrías ser tan famoso como los Masters, ¿sabes cuánto podrías ganar si tus videos siguen haciéndose virales?

-Mmm, no sé, no a todos les gustó, no sé, no me siento cómodo.

– ¿de qué hablas? – pregunto Raul? – Abrí mi cel. y le mostré los comentarios que habían puesto en el video. Los empezó a leer.

-Todos son unos idiotas, no te dejes llevar por sus comentarios, solo es gente que no tiene nada mejor que hacer y se esconde detrás de una computadora sintiéndose superior. Imagínate que te hubieras dejado llevar por mis comentarios y los de Jorge, no solo nos probaste que estábamos equivocados sino probaste que en realidad eres muy bueno. Los malos comentarios te llevaron a hacer un video viral, imagínate lo lejos que llegarás si en vez de ponerte triste tomas todo eso como impulso. 

Raúl tenía razón. Era absurdo dejarme llevar por personas que ni siquiera conocía, decidí que sus comentarios no me afectarían. Yo tengo el control, ellos no. 

Después de eso empecé a hacer videos, y sin siquiera imaginarlo terminé jugando en el canal de “The Game Masters”, se cumplieron sueños que ni siquiera sabía que tenía.